Nuestro país enfrenta grandes retos en el área de la salud. Los servicios que presta el Estado viven transformaciones que los colocan ante el desafío de seguir siendo eficientes y con calidad y cubrir las necesidades de la población, que son muchas.
Una encomienda de tal tamaño enfrenta también el personal médico que tiene ante sí situaciones laborales que les exigen atender a un mayor número de pacientes sin olvidar que lo más importante de su desempeño es la relación de comunicación y confianza que con ell@s entabla.
México no está al margen de los cambios globales que ha sufrido la medicina, la atención médica y los servicios que presta el Estado. Como todo país en vías de desarrollo las crisis económicas han golpeado a los más vulnerables y los rubros destinados a la salud se hacen insuficientes en una sociedad que en su mayoría no cuenta con los requerimientos básicos de una buena nutrición.
Por otro lado, el aumento en la esperanza de vida de hombres y mujeres así como el paulatino envejecimiento de la población exigen la multiplicación de esfuerzos por tener un sistema de salud fuerte.
El Día del Médico y la Médica colocan en el centro de la atención la calidad de la medicina que brinda el Estado, los servicios y los medios que para este fin tienen en sus manos. En conjunto se evalúan logros, metas, limitaciones y problemas del sector, tales como el desempleo, los bajos salarios, el alcance nacional de las instituciones de salud, la lucha contra diversas enfermedades y se presentan informes sobre el sector salud.
Pero también esta celebración nos coloca en el camino de analizar el reto social para confiar en que el sistema de salud está a la altura de las necesidades de la población y que la ciencia es en sí misma un poderoso instrumento para estudiar los males y encontrar sus curas.
Hoy se ejerce medicina en un contexto de la relación médico-paciente muy diferente. Los pacientes saben más de su enfermedad y la información sobre éstas se difunde cada vez más ampliamente en los medios de comunicación. Una de las mayores riquezas de esta apertura, se expresa en el papel que juega el enfermo y la enferma en su proceso de curación y en la interrelación que con ellos tiene el personal de salud, los enfermos ya no son más los convidados de piedra ni actores involuntarios en su drama personal.
El Día del Médico, en México, se conmemora el 23 de octubre, desde la década de los treinta del siglo pasado. Fue durante una Convención de Sindicatos de Médicos Confederados de la República, llevada a cabo en Cuernavaca, Morelos, en 1937, donde se tomó la decisión de hacer esta celebración en esa fecha; propuesta que fue secundada por todas las demás organizaciones médicas del país.Y se instituye, precisamente, el día 23 de octubre, porque ese día, en el año 1833, se inauguró el Establecimiento de Ciencias Médicas que era uno de los seis colegios de enseñanza superior en los que estaba dividido la Dirección de Instrucción Pública, órgano que creó Valentín Gómez Farías para sustituir a la Real y Pontificia Universidad de México.
El día del médico debe asociarse a otras fechas en que se festeja a gremios afines como el día de las enfermeras que se festeja cada 6 de enero, por lo menos desde la década de los cuarenta. También asociado a los médicos se festeja el día de los socorristas y paramédicos, el 27 de junio
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